La comunidad se forja en Catalyst Circle Rock
Mi nombre es David Augustus. Soy originario de Louisville, Kentucky, pero Chicago ha sido mi hogar la mayor parte de mi vida. Aquí tengo una familia que no deja de crecer, e incluye a mi esposa, seis hijos, nietos y bisnietos. Una de las cosas importantes a las que me dedico es servir a la comunidad. Brindo mis servicios a la iglesia y a Circle Urban Ministries, un socio comunitario de Catalyst Charter Schools y Rock Church.
Me uní al equipo de Circle Urban Ministries en la comunidad de Austin en Chicago en 1986. Tuve una reunión con Glen Kehrein y él compartió conmigo su visión de cómo trabajar directamente en la comunidad sobre el tema de la reconciliación. Durante mis primeros días, charlamos mucho sobre nuestro “proyecto de ensueño”, que consistía en renovar el auditorio deteriorado aledaño a nuestro edificio y convertirlo en un verdadero centro para las artes en beneficio de la comunidad. Cuando las escuelas charter Catalyst comenzaron a trabajar junto con nosotros, compartieron nuestra pasión por el desarrollo comunitario así como nuestro sueño por renovar este espacio.
Quiero ser claro: no cabe duda que nuestras organizaciones ya son excelentes. Al llegar, Catalyst trajo consigo un estilo de enseñanza especial y un amor por la música y las artes que no había visto anteriormente en nuestra comunidad. Los maestros, maestras y el personal aquí valoran las relaciones y forjan en cada salón de clases comunidades íntimas y cariñosas. Al presenciar el excelente trabajo que hacían aquí, les conté a algunos de mis familiares y ellos enviaron a sus hijos e hijas a estudiar aquí, cosa que cambió no solo sus vidas, sino que transformó a nuestra familia entera. Usted ve, Catalyst anima y acoge a los padres y madres a que vengan y participen. Tenemos pequeños eventos y es normal ver a miembros de la familia y parientes asistir a ellos. En cuanto a los eventos más grandes, el mes pasado Catalyst celebró la cuarta edición del evento anual “Los padres llevan a sus hijos e hijas a la escuela”, al cual asistieron casi trescientos hombres. ¡Fue increíble!
El espacio del auditorio en sí será hermoso, pero el espacio físico es secundario a la comunidad que se forjará a la par del mismo. El auditorio representará un lugar al que todos los miembros de la comunidad podrán venir, aprender y crecer. Soy parte del equipo que trabaja en este proyecto y me desempeño en las instalaciones.
Al ser completado, el centro para las artes será la culminación de un sueño que hemos tenido durante las últimas tres décadas. Nos entusiasma la idea de utilizar este lugar y que la comunidad se sienta empoderada para organizar eventos como conciertos, recitales, graduaciones y bodas en este bello espacio. No hay duda de que inyectará a la comunidad la energía positiva y el amor que necesita.